Participé en una encuesta “con
el fin de evaluar el impacto socioeconómico y ambiental que puede causar la
instalación de un nuevo emprendimiento comercial que se instalará en la localidad
de Ezpeleta”, según declara - con una redundancia en la redacción que no
queremos dejar pasar - la carta que me hizo entrega la facultad de Ciencias
económicas de la
Universidad de Lomas de Zamora. Se informa en la misma que “el
presente estudio se lleva a cabo tanto en hogares como en comercios en base a
lo dispuesto por la ley 12573 de la Provincia de Buenos Aires y el decreto regional
2372/01 de la provincia de Buenos Aires, y las recomendaciones que surgen del
instructivo metodológico respectivo en el partido de Quilmes, Berazategui y
Zona de influencia.”
Aqui les dejo el enlace sobre dicha ley, que en lo personal me lleva a pensar que la situación viene bastante avanazada.
Agrego que hace algunas semanas comenzaron los
trabajos de desmalezado y preparación de suelo en el descampado de Mitre y
Esquel.
Ojalá se discuta de verdad si queremos o no queremos un supermercado. Y que la voluntad de los vecinos pese más.
A pasitos
de “la instalación que se instalará” mencionada arriba, hay una toma de edificios
que pertenecen a un barrio privado: el Lomas de Quilmes. Se trata de un barrio
de torres medianas construidas por una cooperativa de la cual no se sabe mucho,
destinadas a miembros de la policía bonaerense.
Al parecer hubo demoras en la construcción y
por ende en la entrega de los departamentos. Parte de las familias que están okupando son
adjudicatarias de los mismos y vienen pagando una cuota mensual. Pero otras
tantas no.Son 6 los edificios tomados.
La novedad es que se trata de familias de
laburantes de clase media, con ingresos medios altos, que decidieron tomar una
casa porque no pueden acceder a una por los medios legales. Y porque están
artos de alquilar.
Tengo un amigo, medio loco, que está okupando
uno de esos departamentos. Me ha comentado que ya pidieron la luz y, según he
visto, se la han dado.
Ahí tiene el municipio algo en que trabajar,
así de paso se saca la modorra.
El domingo
12 de octubre en la plaza 12 de octubre (el día de la raza americana) se llevó
a cabo un festival para recaudar fondos para que un pibe del barrio, que está
en estado de coma, pueda tener los medios que le permitan ser trasladado a su
casa. Al margen de la causa, valorada y noble por cierto, hasta las 2 de la mañana
se vivió una plaza llena de gente, comiendo, bebiendo, interactuando y
escuchando bandas en vivo, en perfecta armonía.
No hay
muchas cosas que me den más esperanzas que esos encuentros. Alguna vez escribí
que mi barrio actual - el Naval y el Ferroviario - están diseñados para la
convivencia, para el encuentro, arquitectónicamente hablando.
En el oeste de Ezpeleta, a ojo de buen cubero,
vive la mayor comunidad Boliviana que habita nuestro país (va, el conurbano, en las
provincias del norte ni se). Hay inclusive, cerca del centro, locales de comida
boliviana, que no ostentan la fama de la peruana, pero tampoco tienen nada que envidiarle. Aprovechamos
la ocasión para recomendarlos.
No hace muchos años se decía que Ezpeleta era
la capital de Bolivia, con tono despectivo, off course
Hay algo del 12 de octubre que resuena en la
actual elección de nuestro país hermano, limítrofe, y tercero en extensión territorial de la sudamérica;
y ese algo opera sobre el orgullo de todos los que sentimos la identidad
latinoamericana (y la raza americana, insisto): Evo presidente, otra vez. Acáles dejo una buena crónica de sus gobiernos.
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