La discusión sobre la reforma fiscal está limitada al aumento de las tasas municipales. Es lógico que así suceda. Todo aumento es enojoso y este último superó las expectativas y previsiones más pesimistas, por no decir que nos hizo caer de culo.
La discusión
sobre una reforma fiscal es más amplia, más rica y compleja. Solo se discuten
(se cuestionan) los porcentajes del incremento. Sin embargo, esa discusión
limitada centrada pura y exclusivamente en el aumento es contraproducente
inclusive para los sectores de la oposición política local, que reducen la
cuestión transformándola en queja y enojo, intentando llevar agua al molino
propio.
Me explico. La manifestación realizada el
primero de Febrero en las puertas del Palacio Municipal en contra del aumento
de tasas es tan legítima como fugaz: dura hasta el próximo aumento, que hace
olvidar el anterior, sobre todo si es menos oneroso. Menos fugaz, también más complejo, es analizar
la reforma fiscal en su integridad, comprendiendo cuales son los criterios que
se utilizan para establecer los montos de la recaudación, ¿de dónde se recauda
y por qué?
Al margen de esta manifestación de deseo, y,
autolimitandonos, hablaremos del aumento. Que de tan considerable merece alguna
justificación.
El Gobierno Municipal ha dado argumentos al
respecto. Los ponemos a consideración del lector. 1. La creación de la Tasa de
Seguridad, producto de la interrupción de fondos provenientes del gobierno
Nacional destinado a tal efecto.
2. La medida es
progresiva, afectando más a aquellos barrios que tienen más prestaciones de
servicios (zonas céntricas y barrios privados)
3. La comparación
con los municipios vecinos, destacando que los mínimos de las zonas que menos
pagan son inferiores a los mínimos existentes en Berazategui o Florencio
Varela.
Hablaba
anteriormente del olvido de los incrementos en los años anteriores. Para
rememorarlos decidí buscar las boletas que corresponden a mi hogar
pertenecientes a los últimos 4 años. Es un caso particular, pero sirve como
botón de muestra. Mi casa pertenece a la categoría B. Estos son los 3
incrementos que registran esas boletas.
2010-2011:
Incremento del 52%
2011-2012:
Incremento del 7%
2012-2013:
Incremento del 68%
Detalles: 1. El
año anterior no existió un aumento de tasa real, el incremento se verificó en
la Tasa de contribución especial, y llamativamente fue inferior a la inflación
oficial. Posiblemente ese atraso se traslada al año en curso, generando
aumentos desmedidos. El 2012 fue un año flojito para la gestión.
2. Hasta el más
despistado puede advertir que los incrementos fuertes (2011 y 2013) coinciden
con años electorales.
Tal vez el
gobierno Municipal no pueda admitir estas justificaciones a viva voz. Por eso
las ponemos a consideración del lector. También la inflación explica el
incremento.
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