Revisionismo Histórico 2: Dora Bertucci, bruja

 Quilmes tiene poca historia esotérica. O nunca se ha contado. Cuando era chico relataban la historia de la chica del vestido blanco y la mancha de café. Decían que el Cementerio era el de Ezpeleta y la milonga Kethal. Pero en todos los pueblos se cuenta esa misma historia.
 La única historia "misteriosa", "oculta", fue la protagonizada por la bruja Dora Bertucci, contratada por un grupo de dirigentes del Q.A.C. en el año 94. El Cervecero peleaba la posibilidad de ascenso con Gimnasia y Esgrima de Jujuy, y se decide desde la dirigencia contratar sus "servicios espirituales", a cambio de 4000 pesos.
 Dora prometió la caída de los Jujeños y el triunfo Quilmeño, por lo cual se acordó un pago de 2000 pesos anticipados y se prometieron los restantes 2000 cumplida la predicción.
 La bruja la pegó con Gimnasia, que perdió 3 a 0 con Douglas Haig. Quilmes ganaba, pero el partido fue suspendido por incidentes. La bruja exigió la moneda pero desde la dirigencia optaron por bicicletearla hasta que se termine de jugar el partido con Morón. Dora enfurecida, maldice al club y lo condena a jamás salir campeón.
 Quilmes pierde con Morón y se le escapa el torneo, y también el ascenso por el torneo reducido cuyo ganador fue Talleres de Córdoba.
 Hasta hoy Dorita cumple.
 En Internet hay varias versiones. Que los años de maldición fueron 13, que los dirigentes fueron a Chascomús, donde yacen los restos de la finadita Bruja, para pedir perdón. Que la brujas no existen...pero mejor tratarlas bien.
 Y mejor, para incentivar un plantel, café veloz.
 



 

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