El antes, durante y después de la basura en Quilmes

 Antes
Francisco Gutierrez asume su primer mandato en el año 2007 con la promesa de campaña de municipalizar el servicio de recolección de residuos.
 Dos años antes, el gobierno de Sergio Villordo condicionaba el cumplimiento de esa promesa electoral: en 2005 firma contratos con las empresas recolectoras Cliba y Covelia con plazos de prestación que exceden largamente los años de gestión de su administración, finalizando ambos en el 2011. Esta aberración determinó toda la política en materia de recolección de residuos del primer mandato Gutierrista (2007-2011).
 Debería existir una ley al respecto, que impida a las gestiones municipales asumir compromisos tan extensos. Quiero ser claro: los primeros cuatro años de la política en materia de recolección de residuos del gobierno de Gutierrez los decidió el gobierno anterior.
 Asumís y esas son las empresas y ahí están sus contratos. El margen de acción es muy escaso.
 Para colmo, los contratos fueron leoninos, desfavorables para los intereses municipales. Entre sus cláusulas se incluía que cualquiera de las dos empresas podía rescindir el contrato unilateralmente, sin sufrir ningún tipo de perjuicio, ni judicial ni económico. Finalmente eso fue lo que sucedió; en el año 2010 la empresa Cliba intentó renegociar su contrato, el municipio no acató sus condiciones y entonces abandonó la prestación. La mitad del distrito sin recolección.
 La salida de Cliba se solucionó (¿se solucionó?) habilitando a la otra empresa para que se haga cargo de la totalidad del servicio.
 Pero hay más. Los contratos firmados con Cliba y Covelia fueron consecuencia de la cancelación del contrato con la empresa que en ese entonces prestaba el servicio en el distrito, TUQSA. TUQSA inició acciones legales, ganó el pleito y eso le permitió cobrar una indemnización que se terminó de pagar en el 2011.
 Durante
 Estos condicionamientos explican en parte la problemática actual, si bien no la abarcan en su totalidad.
 El 5 de agosto de 2011, dos meses antes de las elecciones, vence el contrato con Covelia. Se decide extender el contrato por seis meses hasta que se defina la situación político-electoral. Gutierrez gana las elecciones. Después de ahí, pasó de todo. Una nueva extensión de la emergencia sanitaria, que es la herramienta que el Concejo Deliberante le entrega al Intendente para poder extender el contrato con la empresa; demoras en la confección de los pliegos y en los llamados a licitación; fracasos de la licitación (intencionales) una nueva extensión de la emergencia sanitaria; la confirmación (por fin una confirmación!!) de que el barrido pasará a la orbita municipal; paro del Sindicato de Camioneros, ( 9 días sin recolección de basura, histórico) mugre en las calles; una empresa que no presta un buen servicio y suele incurrir en ilegalidades como el achique.
La posibilidad de acceder a un crédito del Banco Nación por 120 millones para la compra de equipamiento y maquinaria propia, para realizar la recoleccion de basura, es la señal más contundente de un deseo de municipalizar; una nueva extensión de la emergencia sanitaria...
 Después
  Un Servicio de Recolección Municipal o Privado, esa es la cuestión final.(o una municipalización gradual)
 No hay problemática que afecte a todos los vecinos de Quilmes por igual y al mismo tiempo, todos sacamos la basura. Esto explica la dimensión del conflicto. Pero también en lo económico es clave, hablamos de millones y millones de pesos. Municipalizar implica una reducción considerable de ese gasto. Esa reducción incluye el salario de los trabajadores del Sindicato de Camioneros, que pasarían a ser trabajadores municipales. Muchas variables, muchas hipótesis, muchos intereses en juego. La política no es solo voluntarismo.
  Me interesa considerar la postura que adoptará el colectivo opositor. Si efectivamente la idea del municipio es hacerse cargo del servicio, acompañar esa decisión oficial implicaría darle crédito al gobierno de Gutierrez. Oponerse a la municipalización los ubicaría en la defenza de los intereses de Covelia y tampoco parece muy sensato. Una encrucijada, dificil.
 Desde el bloque de concejales PRO existió un pronunciamiento público en favor de municipalizar. Nadie es muy enfático al respecto. Lograr municipalizar un servicio de recolección es, para este que escribe, la medida más importante que un Intendente puede lograr durante su mandato. Si se logra con grados aceptables en la prestación, se ven los resultados y se comunica bien la cuestión de lo costos...en el 2015 Gutierrez gana caminando
 Sería grato para este que escribe, ver a toda la dirigencia política quilmeña encolumnada detrás de la municipalización. No de modo testimonial únicamente, sino a los efectos prácticos, en los hechos. Hablo de un proceso de municipalización diagramado, consensuado y fiscalizado por todo el arco político Quilmeño. Los carriles institucionales para garantizar ese proceso me exceden; pero imagino que podría ser una salida para la encrucijada opositora y una forma de legitimar una medida de complicada aplicación y ardua batalla para el oficialismo.
 Total, soñar no cuesta nada.

   

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