Al margen de estas consideraciones, la cosa funciona así: si usted soñando se cruza con un perro, luego de despertar y durante el transcurso de ese día debe jugarle al num. 6, que de seguro se gana unos mangos. Simple.
Este blog ha emprendido la búsqueda (o la creación, veremos) de una identidad Quilmeña. Esa búsqueda incluye a los sueños. Sospecho que los sueños de los Quilmeños son también Sueños Quilmeños. Nadie sueña figuras platónicas. No soñamos "un cura" (n 40) general. Soñamos un cura con rostro, particular, por ejemplo: Farinello.
A esos efectos proponemos la creación de nuestro propio Sistema Onírico Numérico, reemplazando lo general por lo particular Quilmeño, respetando las bases del sistema existente.
A modo de ejemplos, "el cocinero" (n. 23) sería reemplazado por Martiniano Molina; "la luz" (n.31) sería Edesur, que más que un sueño es una pesadilla; "el loco" (n. 22) sería Churrinche; "la virgen" (n.60) Nazarena Velez; "el humo" (n. 86) Mario Sagahun; "el niño" (n.02) por "el pibe"; "el hospital" (n.73) sería el Isidoro Iriarte; "el agua" (n.01) AySA. Para "el ladrón" (n.79) deberíamos llamar a Consulta Popular porque hay muchos candidatos. Y así con todos los números.Se entiende ¿verdad?
Soñar en "clave" Quilmeña. Decidir por nosotros mismos el significado de aquello que soñamos. A ver si ayudamos a la suerte. Suerte
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