El Secretario de Medio Ambiente, Claudio Olivares, declara que la ciudad no está tan sucia como dice el diario El Sol, y le echa la culpa de esa notansuciedad a vecinos
y comerciantes, irresponsables ambos por no realizar la tarea a la cual el
debería abocarse, con mayor empeño.
La nota de El Sol es esta (dale click a las letras de color), y se titula "La ciudad inundada de basura" , metáfora, la "inundación", demasiado catástrofe para mi gusto. Pero no es la intención de esta nota analizar los títulos de los diarios.
Quizás no mienta Olivares. Tal vez le resulte
aceptable la cantidad de residuos que presentan nuestras calles (no así la que presentan la tapa de
los diarios).
Declararlo públicamente es otro cantar,
desafinado para mi gusto.
Es innegable que la ciudad de Quilmes está más
sucia en términos históricos que en las gestiones pasadas y quizás, solo quizás, más
limpia que en los últimos dos años, año y medio, de la gestión actual.
Pero ese argumento (no está tan sucia che) no
es válido para el vecino que paga sus tasas municipales y que se encuentra, cada
día que sale de su casa, con que el camión recolector no pasó; o para aquellos
que directamente viven en la cercanía de micro basurales, que los hay, a montones. O para
aquellos que observan, y huelen, que el servicio de contenedores no da abasto.
No se puede estar casi embarazada.
Los vecinos no se imaginan la basura ni la
exageran. Está ahí, en muchos casos documentada. Culparlos, suponerlos responsables de su propia desgracia...qué se yo.
El concejal Domene, que es bastante más ligero
que astuto, declara en el mismo diario el contrapunto: “No pueden ni juntar labasura”.
Ambos, el Secretario de Medio Ambiente y el Concejal
por la oposición, omiten la centralidad del problema, que quizás a nadie le
importe pero a mi si. Hay una empresa contratada para la recolección de los
residuos domiciliarios. Se llama Covelia, y está en retirada por decisión política
de nuestro Intendente (quizás la mayor y mejor decisión política que haya
tomado un intendente en la historia de nuestro distrito) de municipalizar ese
servicio.
La empresa, ya no tanto con el objetivo de
ejercer presión como en años anteriores sino más bien para abaratar costos,
realiza una tarea “a medias”. El ejemplo más notorio (y cercano, jeje) es el de la puerta de mi casa:
los lunes Covelia no pasa, desde hace tres meses!.
La centralidad del conflicto supone estar a
favor o en contra de la municipalización del servicio.
Las
consecuencias de esa municipalización están a la vista: cuesta un Perú (y votos
también, funciona así, aprendan).
Las
herramientas que tiene el municipio de Quilmes para obligar a Covelia a
realizar las tareas por las cuales se le paga una suma millonaria me exceden. Supongo
que existirá un mecanismo de multas, una vía judicial, etc, pero son todas soluciones al
mediano o largo plazo.Es decir que no solucionan nada.
Si Olivares
podía administrar mejor esta transición es un interrogante retórico. Dirán que
si, dirán que no, siempre dependiendo de quién diga y desde dónde, con
argumentos mejores y peores, o directamente sin argumentos.
Negar la realidad…eso sí que nunca es
recomendable.
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