Natanson menciona
entre las pocas apariciones humorísticas del Kirchnerismo a Aníbal Fernández.
Recuerda el cronista su autodefinición “Duhaldista portador sano”. Recuerdo yo que hay, en
numerosas páginas de Internet, una extensa lista de frases cómicas del actual
Senador (Anibaladas) que son un botón de muestra. Aníbal es gracioso, incluye
el humor en su discurso.
Ahora el senador incluye
ese discurso en el éter: Aníbal tiene su propio programa de radio. Sale al aire
todos los viernes desde las 12 y hasta las 13 en la radio de las madres (AM 530)
Un Legislador Nacional
haciendo radio, en esos tiempos vivimos (ejemplos de lo inverso los hay y muchos:
Norma Morandini, Miguel Bonasso, por mencionar algunos)
El programa en si
mismo es básico: utiliza como pie algunos audios, a los que Aníbal remata con
un comentario, una reflexión o con “mi verdad relativa” como gusta decir el
quilmeño. Y pasa música, siempre Ricotera. El programa se llama “Yo caníbal” en
alusión al nombre de uno de los temas de la extinta banda y al suyo propio.
Aníbal usa el humor
para calificar (y descalificar) .Me gustan algunas palabras que utiliza, como
“vago” pegadita a “consuetudinario”.Por ejemplo: “Macri es un vago
consuetudinario”. También usa mucho “alcahuete” cuando hace referencia a los
amigos del CEO del multimedio Clarín. “Son los alcahuetes de Magneto”, dice Aníbal, y causa.
Sinvergüenza es otra que también repite con asiduidad.
Esa falta de respeto
por las formas lo hace querible u odiable. Su irrupción en los medios de
comunicación, augura este cronista, también.
Nunca pasa desapercibido, nunca es aburrido. A nosotros nos
alegra los viernes al mediodía, con eso basta para recomendarlo. Y como dice la
canción: “Viejas compotas que no dan
respiro/ al canibal que hay en mi/ (que no es bien recibido en un banquete así)”. Bienvenido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario