Explicábamos antes de las elecciones primarias abiertas simultáneas
y obligatorias (PASO) el mecanismo por el cual se distribuyen las bancas en elconcejo deliberante. Esa forma de distribución de bancas no es la única que
existe en el mundo, ni siquiera en nuetro país, que contiene otras (por ejemplo
el sistema D´Hont)
Nos limitamos en esa
oportunidad a detallar el sistema, sin formular opinión alguna sobre el mismo. Ha
llegado el momento. Dos cosas
1. El piso para que
una fuerza política obtenga una banca (cantidad de votos totales dividido
cantidad de bancas en juego) deja afuera del concejo deliberante, guiándonos
por el ejemplo del posteo anterior, a fuerzas políticas que consiguen en las
elecciones un caudal de votos nada despreciables, por ejemplo, 21.000. Si 21000
personas eligen ser representados por una fuerza política y esa elección no se
traduce en una representatividad en el concejo deliberante… algo está mal, es
injusto. Y yo soy Peronista.
2. Lo segundo en lo que pensaba es que el sistema de reparto
de bancas contiene la idea de que las mismas son para el partido y no para los
concejales. En la práctica también elegimos partidos y no concejales aislados.
Pero en la dinámica del concejo deliberante cada concejal dispone de esa banca
como si fuera propia.
Votamos a un partido.
El sistema de reparto de bancas le asigna al partido, según los votos obtenidos,
determinado número de representantes. Luego, la decisión personal de cualquiera
de esos representantes desordena la distribución de representatividad. Eso
también hay que cambiarlo.
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