Para acceder a una banca en el concejo deliberante de Quilmes las fuerzas políticas necesitan atravesar un piso electoral que se construye dividiendo el voto de los números positivos totales por la cantidad de bancas que se ponen en juego.
En la elección del domingo pasado votaron en Quilmes
(escrutado el 94% de los votos) 310452 electores por la positiva. Dividido ese número por la
cantidad de bancas que se ponen en juego, que son 12, el resultado da 25871, y ese es el piso.
El fundamento de este
piso supone que esa división (votos positivos por bancas en juego) indica el número
de electores que representa una banca. La pregunta es: ¿por qué?
En mi opinión, debería
reemplazarse el número de votos positivos por el número total de electores
habilitados (que para esta elección son 442244) y dividirlo por el número de
bancas totales, es decir 24. Esa división indica cuántos electores, y no cuantos votantes, ya que votar es una
circunstancia sujeta a imprevistos, por ejemplo, estar enfermo, internado,
detenido, lejos, etc., corresponden a cada una de las 24 bancas del concejo
deliberante.
Esa cuenta, 442244
electores dividido 24 bancas, da como resultado un piso de 18426, 83 votos
El FIT obtuvo en la
elección del domingo 19290 votos. (con el 94% de las mesas escrutadas)
Esto demuestra que
con el actual sistema de reparto de bancas el FIT queda fuera del concejo y que
con otros, por ejemplo el que acabo de enunciar (e inventar), podría acceder.
Independientemente de
los sistemas que se utilizan para repartir representatividad, queda claro que
cerca de 20000 personas quedan sin representatividad, y es mucha gente y suena
injusto. Por suerte lo dijimos dos posteos abajo, antes de la elección.
Felicitamos al FIT y en particular a Carla Lacorte por una estupenda elección.
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