El día que conocí personalmente a Walter Queijeiro

Me enviaron a cubrir, antes de las PASO, un acto político de Walter Queijeiro. Un acto chiquito, en número y en espacio. Humilde, con el clásico espíritu “buena onda” que suele caracterizar a las agrupaciones vecinalistas. Por ese entonces Queijeiro era la cara visible de un grupo de vecinos que se distanciaban abierta y enfaticamente de los espacios políticos tradicionales.
 Llegué temprano, como de costumbre. No conozco a nadie ni nadie me conoce, salvo a Queijeiro, al que veo por televisión. Saludo general y me pongo a esperar, apoyado contra el tronco de un árbol. Se me acerca un señor con aire desconfiado y me pregunta – ¿vos quién sos?Soy periodista. Me mandaron a cubrir el acto – respondo, con la vergüenza que siempre me dio decir que soy algo que no soy. – Ahh, ¿qué tal? Yo soy el padre de Walter, mucho gustoencantadoAhora te lo llamo a WalterBueno, gracias.
 Al rato se acerca Walter. Nos saludamos. – Cualquier cosa que necesites... – si, gracias Walter. Muy amable - Me cayó bien, lejos de esa imagen de soberbio que se le atribuye y que en parte supo construir.
 Todas las veces que me tocó cubrir un acto elegí presenciarlo de cabo a rabo. Menos por la tarea periodística que por un interés personal. Vivir el acto como el que más, como un vecino. Los periodistas no suelen hacer eso (no todos). Llegan (tarde) y abordan al protagonista, realizan las preguntas de ocasión y luego se van.
 Yo no soy periodista.
 Me fumé el acto entero. Lo disfruté.
 Ayer releí lo que anoté esa noche y salió publicado. Lo comparto con ustedes y después diré algo: “Queijeiro 2013” anuncia el luminoso cartel del local partidario inaugurado el viernes en la calle Amoedo 443, que ya hacía suponer lo que finalmente terminó por confirmarse: Walter Queijeiro será candidato a Diputado Provincial. “Si bien faltan algunos detalles, prácticamente está todo definido” le aseguró a El Suburbano el conductor y periodista deportivo.
Y luego sigue: Según el propio Queijeiro el objetivo del espacio es presentar en las próximas elecciones legislativas una lista propia de concejales para competir en el distrito. “Junto boletas de elecciones pasadas, desde hace muchos años. Y siempre en las boletas figuran los mismos nombres, los mismos apellidos. Tenemos que terminar con la aristocracia del concejo deliberante.” “Queremos presentar una lista de 12 concejales propios, con suplentes propios y concejeros escolares propios” concluyó, manifestando su distanciamiento de todos los espacios políticos locales, incluyendo en esa diferenciación al PRO Quilmes.
 Finalizada la reunión me acerco a Queijeiro y le pregunto lo que arriba se ve me que contestó. Además, le pido los nombres de las personas que lo acompañan en esta nueva aventura política, y el propio Queijeiro, de puño y letra, tomó mi libreta y  anotó el nombre de los referentes barriales, candidatos, acompañamientos, referentes del espacio, etc. Mucho medio pelo, gente nueva, protectores de gaviotas, vecinos cansados de la inseguridad, y algún dirigente del PRO capital. Ah, y Cariglino como referente...
 Llegué a casa y lo primero que hice fue mostrarle la libreta a mi viejo, confirmando que todos tenemos, en mayor o menor medida, sangre cholula corriendo por las venas.
 Después la historia es conocida. Se lanza Massa y  su candidatura ordena el escenario político bonaerense. Muchos van detrás, incluyendo a Cariglino y a lo poco que es el PRO en esta provincia maravillosa y pobre. Queijeiro acepta ser el primer candidato a concejal por el Frente Renovador Massista, en la lista que apadrina el ex Intendente de Quilmes Sergio Villordo,  y que lo único que puede presentar como novedad son sus proyectos inmobiliarios (No toda la información aquí publicada ha sido debidamente chequeada. Ley 23444. Yo no soy periodista pero tampoco soy boludo). 
 Villordo no solo es el pasado; es, del pasado, lo peor. No debe haber ningún referente político local que aglutine semejante cantidad de imagen negativa, proveniente de los más diversos espacios políticos y sociales.
 La lista que encabeza Queijeiro también huele a añejo y constituye lo más parecido a un corso que se ha visto en los últimos años, de no ser por la vuelta de los carnavales al distrito. 
Bueno, era eso. Quería contar el día que conocí en persona a Walter Queijeiro.

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