Llegué temprano, como
de costumbre. No conozco a nadie ni nadie me conoce, salvo a Queijeiro, al que
veo por televisión. Saludo general y me pongo a esperar, apoyado contra
el tronco de un árbol. Se me acerca un señor con aire desconfiado y me pregunta
– ¿vos quién sos? – Soy periodista. Me mandaron a cubrir el acto – respondo, con
la vergüenza que siempre me dio decir que soy algo que no soy. – Ahh, ¿qué tal?
Yo soy el padre de Walter, mucho gusto – encantado – Ahora te lo llamo a Walter
– Bueno, gracias.
Al rato se acerca
Walter. Nos saludamos. – Cualquier cosa que necesites... – si, gracias Walter. Muy
amable - Me cayó bien, lejos de esa imagen de soberbio que se le atribuye y que en parte supo construir.
Todas las veces que
me tocó cubrir un acto elegí presenciarlo de cabo a rabo. Menos por la tarea
periodística que por un interés personal. Vivir el acto como el que más, como un vecino. Los periodistas
no suelen hacer eso (no todos). Llegan (tarde) y abordan al protagonista, realizan las
preguntas de ocasión y luego se van.
Yo no soy periodista.
Me fumé el acto
entero. Lo disfruté.
Ayer releí lo que
anoté esa noche y salió publicado. Lo comparto con ustedes y después diré algo: “Queijeiro 2013” anuncia el luminoso
cartel del local partidario inaugurado el viernes en la calle Amoedo 443, que ya
hacía suponer lo que finalmente terminó por confirmarse: Walter Queijeiro será
candidato a Diputado Provincial. “Si bien faltan algunos detalles, prácticamente
está todo definido” le aseguró a El Suburbano el conductor y periodista
deportivo.
Y luego sigue: Según el propio Queijeiro el objetivo del
espacio es presentar en las próximas elecciones legislativas una lista propia
de concejales para competir en el distrito. “Junto boletas de elecciones
pasadas, desde hace muchos años. Y siempre en las boletas figuran los mismos
nombres, los mismos apellidos. Tenemos que terminar con la aristocracia del
concejo deliberante.” “Queremos presentar una lista de 12 concejales propios,
con suplentes propios y concejeros escolares propios” concluyó, manifestando su
distanciamiento de todos los espacios políticos locales, incluyendo en esa
diferenciación al PRO Quilmes.
Finalizada la reunión
me acerco a Queijeiro y le pregunto lo que arriba se ve me que contestó. Además, le
pido los nombres de las personas que lo acompañan en esta nueva aventura política,
y el propio Queijeiro, de puño y letra,
tomó mi libreta y anotó el nombre de los
referentes barriales, candidatos, acompañamientos, referentes del espacio, etc. Mucho
medio pelo, gente nueva, protectores de gaviotas, vecinos cansados de la
inseguridad, y algún dirigente del PRO capital. Ah, y Cariglino como referente...
Llegué a casa y lo
primero que hice fue mostrarle la libreta a mi viejo, confirmando que todos
tenemos, en mayor o menor medida, sangre cholula corriendo por las venas.
Después la historia
es conocida. Se lanza Massa y su candidatura ordena el escenario político bonaerense. Muchos
van detrás, incluyendo a Cariglino y a lo poco que es el PRO en esta provincia
maravillosa y pobre. Queijeiro acepta ser el primer candidato a concejal por el Frente
Renovador Massista, en la lista que apadrina el ex Intendente de Quilmes Sergio Villordo, y que lo único que puede presentar como novedad son sus
proyectos inmobiliarios (No toda la información aquí publicada ha sido debidamente chequeada. Ley 23444. Yo no soy periodista pero tampoco soy boludo).
Villordo no solo es el pasado; es, del pasado, lo peor. No
debe haber ningún referente político local que aglutine semejante cantidad de imagen
negativa, proveniente de los más diversos espacios políticos y sociales.
La lista que encabeza
Queijeiro también huele a añejo y constituye lo más parecido a un corso que se ha visto
en los últimos años, de no ser por la vuelta de los carnavales al distrito.
Bueno, era eso. Quería contar el día que conocí en persona a Walter Queijeiro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario