El Cementerio

No forma parte de la discusión electoral ¡y lo mal que hacen todos! No hay nada más débil para defender que un muerto (Bueno, Clarín si, pobrechiiiiito). Pero parece que a ningún espacio político local le preocupa qué sucede con los muertos. Hasta que son ellos los que se mueren (electoralmente, claro). Y resucitar es tarea compleja
 Un muerto no puede hacer un piquete, eso es obvio. Si no defendemos nuestra futura condición de finados ahora que estamos vivos yo no sé cuando
¿Y cómo funciona el Cementerio? O mejor aun preguntarse en tiempos electorales: ¿cómo debería funcionar?
 Fíjese que hay gente que usa el cementerio y que paga para usarlo. ¿Se ajusta por inflación esa tarifa? ¿Se aprueba en el concejo deliberante?
 Lo que sabemos es que el servicio de Cremación está privatizado…ejem
 Y que el Cementerio, desprovisto del simbolismo religioso que a muchos conmueve (¿hace falta aclarar que a mi no?), desprovisto de toda carga espiritual "del más allá y el descaso eterno", el cementerio termina siendo un servicio Municipal como cualquier otro.
 El día que venga un candidato a pretender ocupar cualquier carguito y diga: "lo que pasa es que con el cementerio así no podemos seguir muchachos, hay que conservar lo bueno y cambiar lo malo, deberíamos hacer tal cosa, tal otra. O un Tumbas Para Todos, ¿por qué no?… yo les juro que ese día me caigo muerto. No va a pasar nunca...
  No tengo muertos en el Cementerio (de Ezpeleta), pero es seguro que un montón de gente si los tiene. Un montón eh, atenti. Los veo entrar todos los días de la semana, con sus ramos de flores adquiridos en los comercios de la calle La Guarda, “el Rivadavia de la muerte”. Esos comercios son verdaderamente de película. No hay en todo el distrito de Quilmes un lugar más lúgubre y al mismo tiempo más colorido. La tristeza de las flores.
 Hace poco me enteré que la calle La Guarda lleva ese nombre precisamente porque los terrenos del Cementerio pertenecieron a un señor que se llamaba Lagouarde, que se los vendió al municipio. El cementerio no siempre estuvo donde funciona hoy. Antes, al principio, estaba en la manzana histórica de Quilmes. Después lo trasladaron a los terrenos donde funciona hoy el hospital Isidoro Iriarte.Y finalmente a la propiedad de Lagouarde.
 Uno advierte que los cambios tienen que ver con una cuestión espacial. Que un cementerio es finito y que la gente a enterrar no lo es.
 Pero entonces, ¿cómo se administra ese espacio? ¿No llega un momento, como en los boliches, en los que se alcanza la capacidad máxima permitida? ¿Ponen a un finado arriba de otro finado?
 Voy a dejar de escribir porque tengo más dudas que certezas…casi como con la muerte.
 Pero no me voy sin decirles algo sobre la foto que ilustra este posteo. Los arquitectos saben que esa construcción es de estilo monumentalista, propia de la etapa Peronista. Efectivamente, la entrada del cementerio se construye en el año 1952. Plan Quinquenal.
Porque con el Cementerio, si funciona como corresponde, también se puede (y se debe) hacer proselitismo.
 Hay un montón de gente que se muere y que (ya) no vota, pero sus deudos si. A tener en cuenta.

  Los que quieran saber más cosas sobre el cementerio, su historia, arquitectura, etc, no dejen de leer este estupendo trabajo que presenta el blog El quilmero.

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